martes, 9 de agosto de 2011

London Riots



En Londres ha comenzado la revolución, y allí no es pacífica.
El asesinato a manos de la policía de un joven la semana pasada ha desatado la violencia en las calles de los barrios aledaños a la ciudad de Londres. Los recortes en educación y servicios sociales también han servido de caldo de cultivo para una parte de la sociedad que se encontraba totalmente excluida y sin ningún futuro a la vista.
La chispa que prendió el fuego fue el tiroteo que se llevo por delante la vida de Mark Duggan, joven de 29 años y padre de 4 hijos, en un control rutinario de tráfico. En vez de intentar apagar el fuego el gobierno británico lo aviva con la amenaza de instaurar un estado de sitio en Londres con toques de queda y militares recorriendo las calles.
Si no se cortan los disturbios de raíz y se analizan profundamente los motivos que han llevado a esta situación el futuro puede ser incontrolable. Ayer ya hubo otro muerto a manos de la policía, con los militares en las calles seguramente habrá más.
Una guerra civil ha empezado, los que no tienen nada que perder se han rebelado de la peor manera posible, a través de la violencia. Ese no es el camino, y las respuestas del gobierno británico no son la solución.